.

Bienvenido seas, inquieto.

jueves, 9 de enero de 2014

No pretendo ser antisocial


El que calla otorga, dicen. Pero yo no otorgaba cuando callaba ante mi madre, sólo estaba dispuesta a no discutir ¿Para qué?, no iba a ganar, no pretendía ganar… En primera ¿quien dijo que era un juego o una pelea como para ganar o perder? ¿En segunda por qué putas siempre se me quitaba el hambre después de pelear con ella?
No debo meter el hambre, lo sé, quizá no tenga sentido, y mencioné pelea, después d decir que no era una de esas… No juzgues, los términos y las explicaciones a veces son muy pocas para todo lo que uno puede sentir.

Quisiera ser un ratón, cuando los notaste; regularmente ya le dieron en la madre a todo aquello que crees que no te interesaba (ropa, muebles, despensa etc) así que mientras no los notes pueden estar ahí, jodiéndote la vida silenciosamente… De verdad admiro a los ratones. Quisiera haberte jodido la vida justo como un ratón. 

Quisiera haberme metido en la casa de tu mujer, decirle a sus hijos –Hey pequeños duendes malignos, sabían que a su padre le gustan los puños que no golpean- Habrían quizá preguntado el por qué, o simplemente cuando crecieran se darían cuenta de la gran dilatación anal de que era capaz su héroe. ¡Ja¡ y pensar que las amigas de Claudia, tu mujer me dicen a mí la “guanga”, si supieran tus habilidades… Amor.
Pero no soy tal villana, en realidad los hubiera envenenado ¿Para qué andarse con chingaderas?
Total de tener un padre tan pendejo y una madre tan mierda. Quizá habrían terminado como reggaetoneros o algo así, mejor matarlos antes de que dejaran descendencia.

Bromita, la realidad es que a los pobresitos infantes jamás los tocaría, como si su culpa fuera el tener ese tipo de padres tan inútiles…
Ay amor, tanto que decir, tanto que resumir; y ni pienses que es invitación alburera a que me la metas… Sólo quiero que reflexiones:

Amante, suena hasta bíblico (aunque ni he leído la biblia), como aquella persona que practica el amor.
Esposa, suena como esa cosa que usan los policías para detenerte, así como medio antisocial.

No pretendo ser antisocial.  Lo siento, por eso me callaba cuando hablabas con ella por teléfono, no para otorgar, si no para no limitarme, justo como hacía con mi madre.



Dicen que lo escrito es una proyección de la realidad en turno. No pretendo ser antisocial
Jonathan Méndez