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Bienvenido seas, inquieto.

domingo, 27 de mayo de 2012

¡Qué le corten la cabeza!






Buenas, no voy a hablar sobre cirugías de cambio de sexo, ni empieces a temblar de emoción.

Quiero despedazar a una de las amantes de la ociosidad. La Rutina.
Escucho su caminar como si fuere cucaracha cuando ya no hay sonido ni luz, cruje un poco sobre los muebles como retándome a no conciliar el sueño, es como una frase hostigosa que se repite una y otra vez, un reiterado “chinga a tu madre” que normalmente por el ímpetu de la frase, ofendería a la primera a cualquiera, a mi no, a mí solo me molesta cuando es repetitivo, cuando se convierte en un hábito y me nace la urgencia (que creo es natural), por salir con una chancla en la mano y ponerle el chingadazo más certero y fuerte que me nazca. Y sí, estoy describiéndola de una manera quizás absurda mientras trato de concretizar como se siente.
Es más complejo de lo que puedo pensar, porque todo es rutina, todo está lleno de ciclos repetitivos que vienen y van, son y dejan de ser para luego ser otra vez, ¡otra pinche vez!.
O al menos así me he enseñado a percibir el mundo, ciclistamente repetitivo

Trato de romper las cosas más insignificantes que de ella nacen, para sentir que la cacheteo y que voy dejándole mis manos pintadas de rojo, como subirme a otra ruta de camión por la mañana, y sorpresa, huele más feo, o comprar otra marca de lava trastes el día del super y sorpresa, causa alergia a mi piel… Solita se aferra a quedarse por las mínimas pendejadas que le ponga en frente, voltea sínicamente y me dice “soy comodidad putito, o te aclimatas o te aclichingas o ya no te lubrico”.

A veces siento que es una guerra declarada, donde a cada rato salgo sangrando y chillando como bebé que no alcanza la mamila; pero en cuanto se me aplaca el llanto, regreso con más ganas de joder y realmente jodo… Hoy compré una nueva marca de shampoo, aún no lo uso; pero sé que me funcionará mejor que el anterior, mañana compraré condones en lugar de ir a pedirlos en el IMSS, puede que ni los use en unos meses; pero estoy seguro que así
 paso a pasito pronto estaré con una vida nueva, en un lugar nuevo, con actitudes renovadas…

“Ni madres, ¿a poco crees que un pinche shampoo y unos globitos fosforescentes con los que fantaseas vestir tu consolador me van a mandar a la chingada? Más rápido tú te rindes ante mí, antes de que me vuelva a adueñar de ti”


Ya la oí entre risitas a la cabrona, diablos, no sé si molestarme… Tal vez si pongo la alarma 15 minutos antes, prolongo la hora del baño, hago de desayunar algo distinto, me persigno antes de salir aunque no crea ni en los productos light.

Tal vez ese sea el problema, que no creo en nada, me hago adepto de lo que “funciona” y de lo que siento. ¡Ya está! Una religión es la salvación…

Y se burló de nuevo, estoy seguro.


Mmm, mejor juego con mi condón de oruguita que compré, es verde con franjas negras. Eso si es darle a la rutina una cachetadota que de seguro le saca sangre de la encía. Y si no, pues ya de perdida no lo tiraré a la basura por que no haya con quien usarlo.


Y es que, por más que me niegue, por más que la quiera matar, ella no se va, se renueva conmigo, al tercer día ya la tengo por la espalda, demonios… Me suena en el inconsciente aquella tan pinche cliché frase “si no puedes contra ellos úneteles” ¿Es de débiles o de fuertes? ¿Quién demonios creo la subjetividad?

Quisiera maldecir, pero me causa pereza, porque hasta de eso puede nacer rutina.

Ni pinche modo.


"Otro desvarío que puede tener repercuciones varias, la más concreta puede ser el hecho de aprender a percibir el mundo por sus pequeñeces que son en realidad grandezas que nos hacen grandes"

Jonathan Méndez


martes, 1 de mayo de 2012

Ya sin cursilerias



Buenas querido:
Eso de dar preámbulos a ti siempre se te dio de manera natural, no sé si lo estoy haciendo bien o no y quizá en el fondo no me importe, no, la verdad es que realmente me vale una chingada; pero igualmente lo diré “Esta no es una carta de amor ni mucho menos de despecho”.

Quiero dejarte en claro que cuando hablo de tus alas, hablo de manera metafórica, no sé si tu lógica te lo de a entender, pero caer desde 5 metros (para no irnos tan exagerados) te podría matar  y esto no es analogía, he escuchado tus ansias de volar alto y conquistar los cielos, me gustaría escucharte hablar de tal modo si utilizaras la metáfora como modo de expresión; pero diablos, que digas eso de forma inconsciente mientras duermes, después de haber jugado videojuegos todo el día y claro, sin haber cogido como cerdos, me hace pensar simplemente que no conoces, que no conocemos de plano, que no estamos hechos el uno para el otro (cierra la boca, salpicas de babas el teclado, buey)

No, no lo estamos, mientras tu gritas una y otra vez, yo simplemente deseo callarte y ponerme a leer, mientras te aferras a que tus amigos me caigan bien, yo sé que a ellos ni por encimita les gusta mi cabello, mi ropa, mi música y mucho menos  mi forma de ser…
No nos conciben siquiera cogiendo y punto final.
Los errores se cometen a diario, y tenernos aferrados a que “somos uno” y valemos como dos, déjate de lo cursi, es ridículamente cansado, al menos para mí. Y es que ni siquiera tu cara traviesa por las mañanas ya me despierta, sino que me da más hueva. Digamos que necesito cambio y no es que te quiera aplicar aquella pendejada de “No eres tú, soy yo”, porque aquí somos los dos, más tú porque sé que te sentirás mal si te lo digo, y como dije antes no es por despecho, solamente por diversión (¿qué parte de que cierres la jeta no entiendes? Bueno a la chingada, es tu teclado, babéalo, preferible él que mi almohada).

En fin ya para no darte más rodeos,  y revisar mi celular  porque creo que ya llegó el UNO NOTICIAS (y no es por hacer publicidad, me encanta burlarme de las faltas hasta de ortografía que mandan) quisiera decirte que si tienes tantas ansias de volar, ya te lo advertí, no eres un ángel de verdad y mi seguro médico no te cubre porque nunca nos casamos y además eso de la seguridad social para el matrimonio homosexual apenas se acaba de legislar, así que suerte con la gastada y por cierto, pasa mañana por tus pantalones(si es que puedes caminar, digo depende del chingadazo)que no creo que ni de amigos funcionemos, ya de plano. Pero nunca dejes de pensar que no te quiero, cada recuerdo lo guardaré muy dentro… Si.


"Tanto tiempo sin publicar entradas, no era por falta de ganas, algunos problemas técnicos con la página, la neta no recordaba mi contraseña y fueron decenas de intentos por recuperar la cuenta, si, pendejamente a veces me pasan esa cosas, espero y no sean tan despistados, por lo pronto ya anoté la clave hasta en los calzones, así no hay pierde, buenas queridos..."



Jonathan Méndez