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Bienvenido seas, inquieto.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Hoy no amo mis necesidades fisiológicas.





“El águila devora a la serpiente, para algunos, la serpiente es conocimiento.
Si, la práctica se apegó al simbolismo.


La piel morena fue repudiada, casi al estilo fanático mormón. Y llenos de fanatismo, sus voces gritaron -¡aleluya, aleluya!-… Adoraron a una morena, irónicamente.”


Me ha causado cansancio, más de una vez…
Que me exijan ponerle mayúscula al vocablo dios, cuando ni soy creyente.
Que el águila devore a la serpiente.
Que la piel morena sea objeto de repudio,
Que las estaciones me deban diluvio.


Me está sacando lágrimas, constantemente…
El despojo completo de los sueños.
Porque soñar, en nuestro mundo de indignidad
copula con el desear.


Y yo deseo, me ilusiono, es más, hasta grito (mis sueños).
No hago rituales, porque son aburridos.
La costumbre los contamina.

Y luego, cambia uno de vía.



Pero el  sentido es el mismo.
Cansancio aquí, cansancio allá;
cansancio viene, cansancio nos dan.
En el dios con mayúscula, o en la víbora muerta.
En el rostro “prietito”, o en la virgen bélica.


Deduzco, que es quizás (en mi desesperación por comprender).
Un tentáculo más, del pulpo que controla los instintos humanos.

Por ello, hoy no amo mis necesidades fisiológicas.
Si me rehúso a llorar, me rehusaré también a cagar.



Jonathan Méndez



Sin palabras, 1 de diciembre 2012... Día de luto nacional.
La serpiente ha sido devorada.








viernes, 9 de noviembre de 2012

Del campo semántico de la perversidad






Del campo semántico de la perversidad



Vino a quedarse, del verbo copular... Y yo, temeroso, del verbo idiotizar,
tomé un martillo de la caja de herramientas; me acerqué a él, nos miramos fijamente.
Y jamás pasó nada, del campo semántico de lo inexistente.

Me arrepentí de mis temores, sollocé un poquito,
corrí a la cocina como conejo despavorido que olfatea a la comadreja…
Y justo como conejo y comadreja; me hipnoticé.
¿Con qué?
Con su voz,
con su piel,
su mirada,
mi temor,
mi ansia.
Con esa increíble escena absurda de aroma a nuez.

Con el espasmo entre las piernas, el recuerdo, aquél recuerdo.
Buscar un ser humano que hiciese sentir sin llegar al tacto.
Que cautivase sin usar yo, el olfato.

Heme aquí, como falleciendo antes de llegar a las fauces del depredador,
como volcando mis sueños húmedos a un cuadro diurno, sin música vulgar.

Heme aquí… Narrando tonterías, erotismos, sueños.
Con un martillo en la mano, él al frente, su voz…
Su piel,
su mirada,
mi temor
¿Temor?
¿Desde cuándo se le teme a los muertos?
¿Desde cuándo se le teme a los pinches hediondos muertos?


Quizás, desde nunca.






Un cuadro absurdo, según algunas percepciones. Agradable según otras, incomprensible quizás para la mayoría; pero al final, importante puente entre un anhelo y mi felicidad.
Recordé éste tipo de textos por la mañana, sentí necesidad de expresarme nuevamente de una manera más subjetiva que directa... Y lo he disfrutado, un chingo.



Jonathan Méndez

lunes, 20 de agosto de 2012

El Lamento




I    Confesión

Cuando niña, leía a escondidas las revistas porno que guardaba mi padre bajo su colchón, luego cuando llegaba, las escondía otra vez y bajaba toda asustada a servirle la comida o si no me servía él a mí, pero una bola de catorrazos que me dejaban moretes por todos lados. 
Ver su pornografía, era mi actividad favorita, me hacía soñar, me daba una vida como dicen “chida”.  Me imaginaba yo ahí, acostada en una cama, tocándome mis partes mientras un fotógrafo; de seguro se tocaba las suyas mientras disparaba el flash.  Yo era el centro.
Yo, vestida nomás con una de esas bufandotas largas de plumas y unos tacones negros grandotes grandotes, que nomás de verlos gritaran “en cuanto te pares, te trueno las patas”.


II    Refelxión

Qué gran asco debe ser, ahora recuerdo esas viejas fantasías y lo único cierto es que me hipnotiza, hay en mí una corriente eléctrica que recorre desde los tobillos hasta la puntita de los senos, esas, que te juro Dios, solo he visto una vez desde que entré a éste convento, lo juro de verdad… Pero no las olvido, es como si hablaran cada que me baño, con el frío gritan, me piden calor, me piden un amor torcido, decadente. Un algo que tú no eres.


III    Petición

Dios mío, perdóname. Perdóname en serio, de niña una es pendeja, una es ilusa y muy cochina, busca una satisfacción en lo material, en lo banal y en la seductora mentira.
Me dolía que mi padre me pegara, tú lo sabes porque a ti te lloraba,  creo, que por eso hasta en algunas ocasiones, el porno le robaba, por desquitarme, por no poder decirle en la cara… Quiero irme, quiero ser puta, quiero ser tu vergüenza y al mismo tiempo lo que más amas.
Dios mío, perdóname. Estas sensaciones me queman, me arde todo entre las piernas, castígame por alma pútrida, que este cuerpo que me diste es sagrado y es tu templo, es tu gloría y si siente frío y ansías de un amor retorcido, es porque es tu…


IV    Represión

 ¡Ay Dios perdón!  Hazme un milagro y derrite esas velas que parece que hablan el lenguaje retorcido del amor.



Para desafíar la rutina literaria.

Jonathan Méndez

viernes, 13 de julio de 2012

Sin risas hoy, pero también sin silencios.





Señora de la opulencia (jódete a otros)
Madre de las tragedias (jódete a otros)
Emperatriz de las farsas y las vulgares comedias (jódete a otros)


Pese a que la vergüenza sea  dogma aprendido, callar si me da vergüenza, llorar no.
Porque aquí no es como en las telenovelas.  Aquí si se chilla, se chilla por jodido.
Aquí si se grita, se grita con motivo…
Éste es mi pedacito.
No caben en ésta fracción del mundo  ni una sola de las ilusiones que me quieres meter, guárdate tu supositorio.  Sé cuestionar  y no es un premio divino, mucho menos un castigo, dudar es razonar, indagar es aprender a ganar. Jugar por jugar, es solo acto de zombis.

Y tu juego ¿Es tu ganancia?
No, mi querida flatulenta televisión, reyna obesa mórbida y hedionda (sin afán de ofender, que luego hasta racista y demás cosas resulta uno), tu igual de gorda apuesta, llanamente APESTA.
Tu manera de jugar ni siquiera es primitiva, es enfermiza y desleal… Como todo bajo tu defensión, como el billete debajo de tu tacón.

Que te quiera nadie, en un futuro (anhelemos) no muy lejano,
Que te ignoren todos, en un futuro (anhelemos) no muy lejano… Justo, como nos has enseñado.




 

Amén.




Ilusión: (Diccionario de la real academia española) f. Concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por ENGAÑO de los sentidos.


Jonathan Méndez

martes, 26 de junio de 2012

Comentarios para el Hada de la flora intestinal






Antes de leer: "No esperen que todo tenga sentido así como así, hay que buscarle el meollo y si aparenta no tener, pues como dicen por ahí -A juzgar de loco- ya que"


Hace tanto que no veo televisión, que ya he olvidado incluso sui funciona con antena de conejo, o con la cajita negra, esa que da señal especial; pero si veo a menudo el espejo, no es que sea vanidoso ni que me salgan espinillas en abundancia, es por mera curiosidad ociosa.

A veces encuentro cosas engañosas en él, muy a menudo me cago de risa, bueno, primero me rio y luego cago ya aprovechando que estoy en el baño. Y es que, solo tengo espejo en el baño (eso prueba mi carencia de vanidad) y por supuesto hace más emocionante la mirada que le echo de vez en cuando.

Encuentro ahí fantasmas, no de los pendejos esos que usan sábanas, no, fantasmas de verdad, amorfos recuerdos de aquello que pudo ser y que, simplemente porque no es, la mayor parte del tiempo vale madre.
Encuentro chistes, ya lo dije, me da risa; porque recordar como me veía de niño, o pensar cómo es que podía verme de niño, me hace caer en dudas tremendas. 

Viajo entre el ¿Cómo me vería sin ojeras? ¿Cómo me veía sin los labios tan prominentes? O sea, menos jetón pues ¿Cómo me vería si mis cejas fueran verdes y conectadas una de la otra?
¿Cómo me vería si no tuviera nariz? ¿Cómo sería yo sin un ojo, un dedo saliendo de una mejilla, lagañas adornando mi frente, ah?

Todo eso para caer en cuenta que, el cuerpo no es expresión concreta de quien soy o pudiera ser y claro que; de psicología, a veces prefiero ni saber, tampoco es que indague mucho y que haya leído hartos tratados al respecto, no; pero prefiero mantenerme con mis propias teorías sobre mis conductas mentales, porque, no se ya que tan bueno es conocerles en fuente, luego las fuentes salpican y para el calor está bien, pero ¿qué tal si tengo gripe?.

Me miro ahí, haciendo gestos, sobándome la barba (los tres pelos de barba), imaginando cosas, facciones, colores, formas… Y lo único que encuentro son simples cuestionamientos, los mismos cuestionamientos de siempre, otra vez, otra pinche vez, la misma cantaleta de diario… Pero hoy voy a cambiarle al asunto:
Me duele la panza, mucho, no sé si son los intestinos inflamados o si tengo vida dentro de mí, pero sé que en medida abundante, mi mente hace estragos en la parte del vientre, así que me pregunto, nomás para distracción mental ¿Recuerdas cuando querías ser inmortal, ver el futuro tecnológico propio de la ciencia ficción, los viajes a otros planetas, el gane en combate a la contaminación? y ¿por qué no, el fin del mundo?
¿Recuerdas cuando tus amiguitos púberos, pero muy pinches marihuanos, soñaban con oír un “dime marranadas al oído” y que les temblaran las manos como conectadas a los genitales?

¿A dónde va todo?
Pues al: ¿Qué se hace con los recuerdos que sólo vienen en situaciones como ésta  y que se van quizás para nunca volver?
Esa quizás sea en esencia, una leve caricia de la muerte, un murmullo pequeñito casi inaudible que te dice “nada es para siempre, brutito”
Y sí, la risa ya se fue, el suspiro vino y ¡chin!, que ya se fue también. Las preguntas… esfumadas, y le sustituye a todo las ganas de un té. Por lo demás, me dejé de ver.
Noto las manchitas de agua sobre el cristal –Alguien se bañó y no le secó- Se  me fue mi cara de la mente, viene la preocupación ordinaria, ya no tan divagante como si las manchas tienen formas de rana o de un simple disforme mojón, mojón ¿De dónde jodidos viene el término mojón? De niño me gustaba decir cerote y tiene hasta más presencia. Chingado ¿ves? Ya se fue el tema, ya se lo cargó el pasado, murió, se esfumó, justo como la imagen del espejo y su gran proyección… ¿La ves?

Yo no, ya no sé, no sé si éste dolor de panza se me va a quitar, pero de verdad, es que por lo menos creo que ésta vez, no es ni por coraje ni por estrés… He de tener mal la flora intestinal.

Ah, pa’ bonito final. ¿Y el espejo, d’onta?

Se murió por hoy, como todo, como todo.


Y entonces:
 "No esperen que todo tenga sentido así como así, hay que buscarle el meollo y si aparenta no tener, pues como dicen por ahí -A juzgar de loco- ya que"


Jonathan Méndez

miércoles, 20 de junio de 2012

Justificada mentada de madre



Hoy dejaré mi pinche ego de lado y compartiré un texto que me ha robado el aliento, no es mío. Pertenece en autoría a un ser muy querido, que al parecer como muchos "vive emputecido"... Vivimos emputecidos. La situación mexicana es muy compleja, hay puntos variantes y diversas opiniones, ésta opinión es por demás abrazada por mí; y quisiera antes de que comiencen a leerle, recordar una frase que debiera siempre estar en nuestras memorias y actos.

"no comparto tu opinion pero defendere hasta la muerte tu derecho a expresarla"
François Marie Arouet, Voltaire.


Comenzamos...
(escrito por Pablo Eduardo Coronado)



¿Eres de los que llaman mediocre a los candidatos y a la "candidatA diferentA" para la presidencia de la Republica, que ninguno vale la pena, que prefieres no hacer nada, pues de cualquier forma, nos cargara la chingada a todos?

Déjame decirte que vales madre. La mediocridad es la falta de valor o interés, y lo estás demostrando, aún así no dejas de hablar de política, vomitando mierda a todos y a todo. ¡Vaya!, entonces si te afecta,  porque de cualquier forma les tomas importancia. No, no hablo por  la izquierda,  derecha o central, ni porque es tu derecho a votar, esto, querido amigo es una obligación, TU OBLIGACIÓN porque te quejas, TU OBLIGACIÓN porque eres mexicano, TU OBLIGACIÓN por que vives en una nación. Es tu futuro y el de los tuyos, de los posibles problemas económicos y sociales, mismos que te involucran.

¿Crees que se crearon los partidos políticos con fines de ganancias de pocos y muchos?
Bien, Francia era el centro cultural e intelectual indiscutible de Europa, a pesar de sus problemas políticos y sociales, se popularizaron en muchos países los términos para designar a los radicales y a los conservadores, respectivamente. La izquierda describe gente con ideas socialistas o comunistas, los acendrados socialistas, mientras que la derecha, son personas que expresan su apoyo a un nuevo orden común, conservador y de visión política reaccionaria.

Como puedes leer, son organizaciones vinculadas a una ideología política determinada, son creados libremente y contemplados en el articulo 9°de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Antes de dormir, analiza si realmente valen madre todos o vales madre tu, no creas que vivirás como en Cuba si votas por la izquierda, ya estamos viviendo como en Cuba; sin ser comunistas, no creas que tendremos mejor educación si votas por la derecha, no tenemos cultura y no tenemos conciencia, una “presidenta” no cambiara tu apática actitud, hablar de un régimen central que nos ha llevado a donde estamos es hablar de masoquismo y de no tener dignidad. No creas que tendrás banda ancha, que se sustentará la tecnología y que avanzaremos de esa forma si eliges a la ultra derecha que protege sólo sus espaldas y platitos de caviar, porque estoy seguro que te quitarás la comida de la boca y se lo darás a alguien que no tiene que tragar para que te puedas conectar plenamente.  ¡Ja… ja… ja!

“Si haces oídos sordos y te sigue valiendo madre, fácil, vete del país porque de todos modos te cargará la chingada ¿no?, o guarda silencio, agacha la mirada y respeta. Pero si votas por tu convicción, sin que nadie influya en ti, gane quien gane, por cualquier vía; sea fraude o mayoría relativa, al menos hiciste algo y tuviste el valor para decidir.”





Juzguen, reflexionen y jamás se limiten.
Que la duda nos bendiga y nos abra el camino a la sabiduría.

Jonathan Méndez

lunes, 4 de junio de 2012

La irónica cara del crecimiento




Ironía, se conoce como “burla fina y disimulada”.

Calidad de irónica te doy, edad. Porque te visten  (ellos, la gente) de prejuicios y trivialidad, características que correspondes en la medida de la subjetividad… Hoy, no es que me adapte a un día que me establece el esquema cotidiano, no, para nada. Si cada día te reitero lo mucho que me enchilas y endulzas, desde la mente hasta  (perdonen la realidad) las nalgas, como para decirte que eres tan cómicamente negra  que me enamoro de ti en cada instante, me lleno de tus azotes gustoso, cual masoquista encerrado en cámara de clavos y recuerdos tortuosos…
Me empapo de ti en las propias aguas del arrabal y no me arrepiento, para nada, de haberte llorado esta mañana.

También te he “mentado la madre”, metafóricamente usando el ejemplo mexicanizado de la Hetaira, o sea, la puta; para darte adjetivos que, según mis pinches nervios, se acerquen a tu descripción. Pero que mejor descripción que la de IRONÍA, porque no existes si no es por la cronología.  Y vaya que funcional invento ese de la cronología, capaz de llevarnos hasta contar el tiempo en el baño, nada más por pura manía.

Te niego, y te negaré hasta carcajerame, no porque me enfermes ni me avergüences… Te niego por no pertenecer en esencia, a tus huecos impuestos, a tus dudas vacías y sobre todo, a tu escala medidora que es vara de rigor por temor.

Te niego por darme placer de redactarte una carta (pendeja si quieres, pero te callas y la lees) que ensanche mis ojos y de de comer a mi ego.
Te niego en una realidad donde no quepo, porque la burla, el juego, la imaginación, la preocupación, el tedio, el romanticismo y la glotonería existencial, caben todas en el mismo cuerpo, sin importar en qué nivel estás tú, pinche edad.

Lo siento, no creo que estas alturas del partido,podamos tu y yo hablar (sobre ti) de veracidad. Cágate de la risa, está bueno el chiste, lo acepto de verdad.


Jonathan Méndez

domingo, 27 de mayo de 2012

¡Qué le corten la cabeza!






Buenas, no voy a hablar sobre cirugías de cambio de sexo, ni empieces a temblar de emoción.

Quiero despedazar a una de las amantes de la ociosidad. La Rutina.
Escucho su caminar como si fuere cucaracha cuando ya no hay sonido ni luz, cruje un poco sobre los muebles como retándome a no conciliar el sueño, es como una frase hostigosa que se repite una y otra vez, un reiterado “chinga a tu madre” que normalmente por el ímpetu de la frase, ofendería a la primera a cualquiera, a mi no, a mí solo me molesta cuando es repetitivo, cuando se convierte en un hábito y me nace la urgencia (que creo es natural), por salir con una chancla en la mano y ponerle el chingadazo más certero y fuerte que me nazca. Y sí, estoy describiéndola de una manera quizás absurda mientras trato de concretizar como se siente.
Es más complejo de lo que puedo pensar, porque todo es rutina, todo está lleno de ciclos repetitivos que vienen y van, son y dejan de ser para luego ser otra vez, ¡otra pinche vez!.
O al menos así me he enseñado a percibir el mundo, ciclistamente repetitivo

Trato de romper las cosas más insignificantes que de ella nacen, para sentir que la cacheteo y que voy dejándole mis manos pintadas de rojo, como subirme a otra ruta de camión por la mañana, y sorpresa, huele más feo, o comprar otra marca de lava trastes el día del super y sorpresa, causa alergia a mi piel… Solita se aferra a quedarse por las mínimas pendejadas que le ponga en frente, voltea sínicamente y me dice “soy comodidad putito, o te aclimatas o te aclichingas o ya no te lubrico”.

A veces siento que es una guerra declarada, donde a cada rato salgo sangrando y chillando como bebé que no alcanza la mamila; pero en cuanto se me aplaca el llanto, regreso con más ganas de joder y realmente jodo… Hoy compré una nueva marca de shampoo, aún no lo uso; pero sé que me funcionará mejor que el anterior, mañana compraré condones en lugar de ir a pedirlos en el IMSS, puede que ni los use en unos meses; pero estoy seguro que así
 paso a pasito pronto estaré con una vida nueva, en un lugar nuevo, con actitudes renovadas…

“Ni madres, ¿a poco crees que un pinche shampoo y unos globitos fosforescentes con los que fantaseas vestir tu consolador me van a mandar a la chingada? Más rápido tú te rindes ante mí, antes de que me vuelva a adueñar de ti”


Ya la oí entre risitas a la cabrona, diablos, no sé si molestarme… Tal vez si pongo la alarma 15 minutos antes, prolongo la hora del baño, hago de desayunar algo distinto, me persigno antes de salir aunque no crea ni en los productos light.

Tal vez ese sea el problema, que no creo en nada, me hago adepto de lo que “funciona” y de lo que siento. ¡Ya está! Una religión es la salvación…

Y se burló de nuevo, estoy seguro.


Mmm, mejor juego con mi condón de oruguita que compré, es verde con franjas negras. Eso si es darle a la rutina una cachetadota que de seguro le saca sangre de la encía. Y si no, pues ya de perdida no lo tiraré a la basura por que no haya con quien usarlo.


Y es que, por más que me niegue, por más que la quiera matar, ella no se va, se renueva conmigo, al tercer día ya la tengo por la espalda, demonios… Me suena en el inconsciente aquella tan pinche cliché frase “si no puedes contra ellos úneteles” ¿Es de débiles o de fuertes? ¿Quién demonios creo la subjetividad?

Quisiera maldecir, pero me causa pereza, porque hasta de eso puede nacer rutina.

Ni pinche modo.


"Otro desvarío que puede tener repercuciones varias, la más concreta puede ser el hecho de aprender a percibir el mundo por sus pequeñeces que son en realidad grandezas que nos hacen grandes"

Jonathan Méndez


martes, 1 de mayo de 2012

Ya sin cursilerias



Buenas querido:
Eso de dar preámbulos a ti siempre se te dio de manera natural, no sé si lo estoy haciendo bien o no y quizá en el fondo no me importe, no, la verdad es que realmente me vale una chingada; pero igualmente lo diré “Esta no es una carta de amor ni mucho menos de despecho”.

Quiero dejarte en claro que cuando hablo de tus alas, hablo de manera metafórica, no sé si tu lógica te lo de a entender, pero caer desde 5 metros (para no irnos tan exagerados) te podría matar  y esto no es analogía, he escuchado tus ansias de volar alto y conquistar los cielos, me gustaría escucharte hablar de tal modo si utilizaras la metáfora como modo de expresión; pero diablos, que digas eso de forma inconsciente mientras duermes, después de haber jugado videojuegos todo el día y claro, sin haber cogido como cerdos, me hace pensar simplemente que no conoces, que no conocemos de plano, que no estamos hechos el uno para el otro (cierra la boca, salpicas de babas el teclado, buey)

No, no lo estamos, mientras tu gritas una y otra vez, yo simplemente deseo callarte y ponerme a leer, mientras te aferras a que tus amigos me caigan bien, yo sé que a ellos ni por encimita les gusta mi cabello, mi ropa, mi música y mucho menos  mi forma de ser…
No nos conciben siquiera cogiendo y punto final.
Los errores se cometen a diario, y tenernos aferrados a que “somos uno” y valemos como dos, déjate de lo cursi, es ridículamente cansado, al menos para mí. Y es que ni siquiera tu cara traviesa por las mañanas ya me despierta, sino que me da más hueva. Digamos que necesito cambio y no es que te quiera aplicar aquella pendejada de “No eres tú, soy yo”, porque aquí somos los dos, más tú porque sé que te sentirás mal si te lo digo, y como dije antes no es por despecho, solamente por diversión (¿qué parte de que cierres la jeta no entiendes? Bueno a la chingada, es tu teclado, babéalo, preferible él que mi almohada).

En fin ya para no darte más rodeos,  y revisar mi celular  porque creo que ya llegó el UNO NOTICIAS (y no es por hacer publicidad, me encanta burlarme de las faltas hasta de ortografía que mandan) quisiera decirte que si tienes tantas ansias de volar, ya te lo advertí, no eres un ángel de verdad y mi seguro médico no te cubre porque nunca nos casamos y además eso de la seguridad social para el matrimonio homosexual apenas se acaba de legislar, así que suerte con la gastada y por cierto, pasa mañana por tus pantalones(si es que puedes caminar, digo depende del chingadazo)que no creo que ni de amigos funcionemos, ya de plano. Pero nunca dejes de pensar que no te quiero, cada recuerdo lo guardaré muy dentro… Si.


"Tanto tiempo sin publicar entradas, no era por falta de ganas, algunos problemas técnicos con la página, la neta no recordaba mi contraseña y fueron decenas de intentos por recuperar la cuenta, si, pendejamente a veces me pasan esa cosas, espero y no sean tan despistados, por lo pronto ya anoté la clave hasta en los calzones, así no hay pierde, buenas queridos..."



Jonathan Méndez

lunes, 20 de febrero de 2012

Hoy podría rentar las nalgas




Le quiero quitar el sentido a toda expresión, romperle la madre por completo a cada oración, hacer de pronto telarañas de groserías, realidades, canciones y muchas, muchas pinches vulgaridades… Para que todo cobre un sentido nuevo, y es que recuerdo cuando niño, que me imaginaba que todo de pronto se volteaba, todo era contrario a lo conocido, el verde para el tráfico era detenerse, la cama en la mañana había de destenderse, la caca, pues simplemente ya no salía, porque no era tan creativo. Y ahora, entre que escucho “moralidades” carentes de fundamento, órdenes carentes de elocuencia, y un sinfín de astucias del intelecto humano, me regresa el niño negado a la realidad, aquél que modifica el mundo para sentir pertenencia y de pronto como cualquiera se cae de la bicicleta.

Pero aferrado soy, a sentirme parte de un mundo, en el que por lo menos la letra P se use como afrodisiaco… Lo demás, ya poco a poco va caminando. Aseguro entonces, que si le rompemos el sentido a la expresión, de pronto será interesante por demás encontrarle intención, total, que nunca falta quien llegue y se identifique, por aquello de sus proyecciones. Y entre cada mendiga proyección, yo podría hasta proyectar pureza, virginal devoción a un azul que me salte de los ojos, se encuere ante la mirada atónita de cualquiera que quiera ver, y como por instinto de tigre golpeado en circo, ataque, mate, le saque la sangre al culero domador. 

¿Quién es mi domador? Es la pregunta más sensata que me he hecho, por eso, eliminémosla de la cajita de las preguntas que le romperán el sentido a la expresión, y mejor preguntemos ¿Soy un domador? ¿Soy un tigre enjaulado? ¿Podría tragarme mis telarañas?.

No sé, no pretendo saber… No debe haber sentido o conexión entre la realidad y este momento de desmadramiento emocional. Mejor, entre las bastas noticias de una verdad enferma, o los sonidos lejanos de unas justísimas luchas, o el eco de las gotas caídas de cada sirio pascual. Me dispongo a pensar, que podría iniciar por rentar las nalgas y llamarle “arte acción” a una nada nueva profesión.





Jonathan Méndez